jueves, 21 de mayo de 2015

NUTRICIÓN PARENTERAL TOTAL (NPT) EN NEONATOS.



NUTRICIÓN PARENTERAL TOTAL (NPT) EN NEONATOS.
Realizado por: L. en N. Daniela González Díaz
Publicado en: Nutrimpiblog
Fecha de publicación: Abril 2015

RESUMEN

     La nutrición parenteral total (NPT) constituye una de las técnicas más avanzadas dentro del campo de la nutrición. Permite obtener un estado nutricional adecuado en pacientes con enfermedades debilitantes en que la absorción por vía oral está alterada. Esto se logra con una correcta combinación de nutrientes tales como aminoácidos, carbohidratos, electrólitos, minerales y vitaminas en concentraciones que permitan obtener un balance positivo de nitrógeno. Asociada a una correcta prescripción, a una técnica aséptica tanto en el manejo del paciente como en la preparación de las mezclas, se evita todo riesgo de complicaciones. (Tapia, 2001)

PALABRAS CLAVE: NPT, nutrición, neonatos.

ABSTRACT

   TPN is one of the most advanced in the field of nutrition techniques. It lets get adequate nutritional status in patients with debilitating diseases where oral absorption is impaired. This is achieved with the right combination of nutrients such as amino acids, carbohydrates, electrolytes, minerals and vitamins at concentrations leading to a positive nitrogen balance. Associated with a correct prescription aseptic technique to both patient management in the preparation of the mixtures, the risk of complications is avoided. (Tapia, 2001)

KEYSWORDS: NPT, nutrition, neonate.

INTRODUCCIÓN
     A la fecha en nuestro país no existen procedimientos adecuados en cuanto a nutrición parenteral pediátrica. Debido a la prevalencia de complicaciones resalta la importancia de ampliar el conocimiento y desarrollo de novedosas técnicas relacionadas con el tema, involucrando a todo el personal de salud de las diferentes áreas del hospital para poder brindar un adecuado tratamiento nutricional de forma oportuna de manera que sea positivo en el estado de salud del paciente, así como disminuir los gastos en cuanto a costos se refiere y optimizar los recursos materiales y humanos. (Castañón et al, 2008)

El empleo temprano de PN también contribuye a mantener un estado nutricional óptimo y permite al lactante tolerar mejor la alimentación entérica, la cual a su vez es esencial para que no haya problemas al retirar la PN al lactante. En cambio, un apoyo nutricional inadecuado posiblemente contribuya a que se produzca un retraso del crecimiento a corto (hasta dar de alta al recién nacido) y a largo plazos por persistencia del retraso del crecimiento en la infancia, en particular en niños prematuros pequeños. (Castro, 2006)
La nutrición parenteral ha sido y sigue siendo muy útil en pediatría, en un gran porcentaje estos pacientes corresponden al servicio de recién nacidos y a pacientes que se encuentran críticamente enfermos en la Unidad de Cuidados Intensivos, también se ha convertido en uno de los pilares de apoyo en varias de las enfermedades pediátricas. (Daza, 2002)

La nutrición parenteral (parenteral nutrition, PN) tiene éxito sólo cuando se presta atención rigurosa a las necesidades del lactante, se conoce la posible interferencia en el metabolismo y la utilización de nutrientes en alguna enfermedad subyacente y su tratamiento se efectúa con vigilancia constante, con medidas de prevención o corrección de posibles efectos secundarios asociados con la nutrición parenteral.
La ingesta disminuida de calorías o la utilización aumentada de las mismas, causa estados catabólicos en el individuo. Para compensar este estado, el paciente, por un proceso bioquímico, utiliza sus propias proteínas y lípidos para producir energía. En estas condiciones, el paciente se encuentra en un estado en el cual la excreción de nitrógeno es superior a la ingesta, es decir, la destrucción proteica excede a la síntesis. El paciente en este estado tendrá menos condiciones para superar enfermedades, es susceptible al shock, a la atrofia muscular, a la pérdida de peso, a descamación de la piel, y otros. (Romeau-Rolandelli, 1998)


DESARROLLO

     La nutrición parenteral (NP) se refiere al aporte de macronutrientes y micronutrientes  por vía endovenosa central o periférica, es decir administración de líquidos, carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales (Daza, 2002) en cantidades indispensables para cubrir los requerimientos del niño, reconstruir sus reservas y asegurarle un crecimiento y desarrollo físico y mental, en función de su edad, patología de fondo y demandas especiales (Martínez, 2006).

Indicaciones
Existen situaciones médico-quirúrgicas en pediatría que requieren de un soporte nutricional parenteral, con el objetivo de evitar el compromiso nutricional por su patología de base, promover una respuesta adecuada a los cambios metabólicos por la enfermedad y permitir una recuperación rápida. (Daza, 2002)
Los recién nacidos pretérminos, especialmente los prematuros extremos, cuya edad gestacional es inferior a 31 semanas, no pueden cubrir sus necesidades de nutrientes utilizando únicamente la vía enteral, debido a su inmadurez anatómico-funcional y a que tanto el inicio como la continuación de la alimentación enteral está sujeta a incrementos limitados por el riesgo de enterocolitis necrosante. El objetivo nutricional es evitar la desnutrición temprana con el fin de disminuir la morbilidad (infecciones, prolongación de la ventilación mecánica) y la mortalidad. Para lograrlo se debe de iniciar la NP en las primeras horas de vida, si la estabilidad hemodinámica del paciente lo permite. (Muñoz, 2007)

Indicaciones de NPT en neonatos:
  • Recién nacidos con síndrome de dificultad respiratoria grave
  • Prematuros con peso <1500gr a="" como:="" en="" es="" iniciar="" la="" mantener="" no="" o="" oral-enteral="" posible="" quienes="" span="" tales="" v="">
  • Enterocolitis necrotizante
  • Defectos gastrointestinales congénitos: gastosquisis, atresia intestinal, atresia esofágica.
  • Ileostomía de alto gasto
  • Enfermedad de Hirschprung
  • Enfermedad de membrana hialina
  • Defectos pulmonares congénitos: hernia diafragmática, quilotórax.
  • Asfixia perinatal
  • Hemorragia intraventricular
  • Neonato post quirúrgico
  • Ductus arteriosos persistente. (Daza, 2002)

Composición de la nutrición parenteral

Líquidos y electrolitos.
Se calculan en función de la edad, tamaño corporal, estado de hidratación, factores ambientales y enfermedad subyacente.
En cuanto a electrólitos se administran los minerales como el sodio, potasio, calcio, cloro, fósforo y magnesio según necesidades. Son importantes a nivel de metabolismo celular y formación ósea. Las cantidades totales de calcio y fósforo están limitadas por su solubilidad y el riesgo de precipitación, por este motivo, en ocasiones, parte de la dosis total del calcio requerido se administrará por separado. (Muñoz, 2007)

Hidratos de carbono (CHO’s).
El aporte de los carbohidratos varía de acuerdo a la tolerancia y la edad del paciente, se utilizan únicamente soluciones estériles de D-glucosa (Dextrosa) la cual proporciona 4 kcal/gr. Deben constituir el 50-60% del VCT. Su aporte es esencial en recién nacidos pretérmino el cual debe ser progresivo para prevenir hiperglucemia pero si esta es de difícil control debe de administrarse insulina. (Muñoz, 2007)

Lípidos.
Constituyen una buena fuente de energía (9kcal/gr) y de ácidos grasos esenciales y debido a su baja osmolaridad se pueden administrar por vía periférica, actualmente se utilizan mezclas al 20% y son recomendables aquellas que combinan triglicéridos de cadena larga (LCT) y triglicéridos de cadena media (MCT) las cuales tiene mejor perfil de estabilidad y producen menor cantidad de peróxidos. El uso de la heparina de forma rutinaria no está recomendado.
Aminoácidos (AA).
Las necesidades de proteínas varían también con la edad. Los aportes recomendados para garantizar un buen balance nitrogenado y un crecimiento adecuado son 3,0 g/kg/día en recién nacidos pretérmino; 2,5 g/kg/día en lactantes menores de 2 años; 1,5 a 2,0 g/kg/día en los niños hasta la adolescencia, y 1,0-1,5 g/ kg/día en adolescentes y adultos. (Muñoz, 2007)

Energía.
Las necesidades de energía durante la PN son 10-20% más bajas que durante la nutrición entérica. Se puede producir una acumulación constante de nitrógeno y aumento de peso con un consumo energético de alrededor de 70Kcal/kg/día y un consumo proteínico de 2g/kg/día, si bien los lactantes prematuros pequeños a menudo necesitan mayor suministro energético y proteínico pata lograr acumulación de tejidos in utero. Con un consumo energético subóptimo, la proteína endógena se usa como fuente de energía, lo cual provoca equilibrio negativo de nitrógeno, mientras que un consumo energético más alto permite prescindir del catabolismo de las proteínas endógenas y utilizar en forma óptima las proteínas exógenas para el aumento del tejido magro. (Romeau-Rolandelli, 2008)

Para calcular las necesidades energéticas que necesita el paciente con NPT se deben prever varios factores tales como: el grado de estrés metabólico, si se encuentra inactivo, si se está complementando la alimentación por alguna otra vía, etc. además de realizarse de forma individualizada al momento del cálculo se deberá tomar en cuenta la edad del paciente, el estado de nutrición y si presenta alguna enfermedad subyacente. El mejor método para conocer la cantidad de energía es el cálculo del gasto energético en reposo (GER) y a esté agregarle un factor que incluye la actividad y el grado de estrés. Lo ideal sería realizar lo anterior con el método de calorimetría indirecta pero en muchos lugares no se cuenta aun con esta técnica, así que se opta por ecuaciones de predicción y la más aceptada es la de Schofield. (Muñoz et al, 2007)

Minerales.
Varían según la edad y peso corporal. Las deficiencias de minerales esenciales especialmente de cobre y zinc, se manifiestan después de administrar alimentación parenteral por períodos prolongados y a pesar de que estos minerales se encuentran presentes en algunas de las soluciones de aminoácidos y de hidrolizado de proteínas, las concentraciones son menores que los requerimientos pediátricos. (Tapia, 2001)


Oligoelementos.
Son nutrientes esenciales que se requieren en cantidades pequeñas (Daza, 2002) son parte generalmente de muchas enzimas. En caso de existir colestasis, el cobre y el manganeso deben administrarse con cautela. Si existe insuficiencia renal, deben reducirse los aportes de selenio y cromo. La adición de hierro a las soluciones de NP es controvertida. (Muñoz, 2007)

Vitaminas.
La nutrición parenteral debe contener vitaminas hidrosolubles y liposolubles. A partir de los 11 años, pueden utilizarse los preparados multivitamínicos de adultos, que no contienen vitamina K.
El suministro diario recomendado actualmente de una preparación multivitamínica (MVI pediatric, Astra Pharmaceutical Products, Westborough, Mass.) es de 2ml/kg hasta un frasco completo de 5ml para los lactantes que pesan más de 3kg y puede proporcionar un exceso de algunas vitaminas hidrosolubles y cantidades inadecuadas de unas vitaminas liposoluble especialmente para los lactante prematuros. (Romeau-Rolandelli, 2008)

Carnitina.
La carnitina, sintetizada a partir de la metionina y la lisina, es el transportador de los ácidos grasos de cadena larga a través de la membrana interna mitocondrial. Aunque puede obtenerse tanto de la dieta como a partir de biosíntesis endógena, puede considerase un nutriente condicionalmente esencial en el neonato, cuya capacidad de síntesis es inmadura. No existe acuerdo unánime sobre su inclusión en las soluciones de nutrición parenteral. (Muñoz, 2007)

Complicaciones de la NPT en neonatos
Las complicaciones más frecuentes de la nutrición parenteral total en neonatos (NPT) son: metabólicas, infecciosas y por los catéteres. Entre las metabólicas las que se ve con más frecuencia es la hiperglicemia, se presenta durante los primeros días de vida, principalmente en niños recién nacidos prematuros; ésta se puede acompañar de coma hiperosmolar, diuresis osmótica, pérdida de electrólitos y hemorragia intraventricular. Las complicaciones por la administración de lípidos se informan con mayor frecuencia en los niños con peso bajo al nacer. Por otro lado, también pueden presentarse acidosis metabólica, hiperclorémica e hiperamonémica y colestasis hepática, siendo ésta una complicación más grave ya que puede ocasionar desde sedimento biliar hasta insuficiencia hepática Las complicaciones infecciosas se presentan en el sitio de colocación del catéter, siendo en ocasiones el punto de partida de una sepsis neonatal. Entre los problemas relacionados con el catéter, las complicaciones tromboembólicas son las más comunes. (Torres, 2000)

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
La nutrición parenteral se ha utilizado exitosamente para promover el crecimiento en un amplio grupo de enfermedades en los primeros estadios de la vida, sobre todo en situaciones con afectación grave de la función intestinal. El desarrollo   de   nuevas   formulaciones   de nutrientes y el mejor conocimiento de los requerimientos han llevado a una reducción de la frecuencia de complicaciones, sobre todo metabólicas. Las complicaciones pueden minimizarse   si   la   nutrición   parenteral  es supervisada por un equipo de soporte nutricional o si siguen unos protocolos de prescripción adecuados. La nutrición parenteral constituye una opción importante para una minoría de niños con situaciones de fracaso intestinal permanente.
Como conclusión se expresa como prioridad que se intensifiquen las acciones para impulsar el desarrollo del soporte nutricional en los servicios pediátricos, por lo que se proponen elementos básicos de una estrategia específica para su aplicación: formar equipos multidisciplinarios de salud para el apoyo nutricional, actualización de información científico-técnica, crear centros de preparación de mezclas parenterales y que se disponga de los recursos necesarios desde nutrientes de uso pediátrico, hasta de diagnóstico para los estudios requeridos en este tipo de pacientes.

REFERENCIAS
Castañón P. et al. (2008). Nutrición Parenteral en Pediatría. Mayo, 01, 2015, de Secretaría de Salud Sitio web: http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/121_GPC_NUTRICION_PARENTERAL_PED/SSA_121_08_EyR.pdf
Daza Carreño. (2002). Manual Práctico de nutrición parenteral en pediatría. Bogotá: Panamericana.
Muñoz G. et al (2007). Documento de consenso SENPE/SEGHNP sobre Nutrición Parenteral. 5, 1, 2015, de SENPE/SEGHNP Sitio web: http://www.senpe.com/GRUPOS/estandarizacion/GEP_SENPE_ConsensoNPP_VC.pdf
Hendricks D. (2007). Manual de Nutrición Pediátrica. Editorial Intersistemas.
Rombeau H, Rolandelli J. (2002). Nutrición Clínica. Interamericana de México: Mc Graw Hill.
Martínez R. (2006). Salud y enfermedad del niño y del adolescente. México: Manual Moderno.
Tapia P. C et. al (2001). Alimentación parenteral total en pediatría. Mayo, 01, 2015, de Revista Ciencias Médicas Sitio web: http://www.binasss.sa.cr/revistas/rccm/v1n2/art12.pdf
Torres S. (2000). Complicaciones de la nutrición parenteral en neonatos. Revista Mexicana de Pediatría, 67, 100.

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